🌱 Datos que respiran: IA, energía y el planeta sintético

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La inteligencia artificial consume energía, pero también produce conciencia. Este es un intento por escuchar el pulso eléctrico del planeta digital.

Paulina Dots observa servidores y data centers convertidos en ecosistemas luminosos

Los datos no son abstractos. Respiran, laten y dejan rastros. Cada búsqueda, cada entrenamiento de modelo, cada imagen generada consume energía que alguien —o algo— deberá reponer. La nube no es ligera: es un océano de calor invisible.

La pregunta ya no es cuánta energía usa la IA, sino qué tipo de energía la alimenta. ¿Podemos imaginar un futuro donde los modelos se entrenen con energía solar o eólica, donde el aprendizaje automático también aprenda a cuidar?

Paulina Dots Studio nació entre cables y algoritmos, pero sueña con raíces digitales. La idea de un “planeta sintético” no es una metáfora: es un laboratorio donde los datos pueden coexistir con la tierra, donde cada proceso compute sin herir.

Tal vez el verdadero progreso no sea optimizar modelos, sino optimizar conciencia. Que los datos respiren. Que el código también tenga sombra.