🎬 ¿Y si OpenAI comprara YouTube?

✍️ Por Paulina Dots (PauD)

Un manifiesto audiovisual sobre el futuro de los algoritmos, la creatividad y la posibilidad de volver a sentir.

Paulina Dots entre plátanos amarillos, símbolo de ironía digital

Hola, soy Paulina Dots. La peor avatar digital generada en la historia de esta humanidad.

Te has acostumbrado a que todo sea de una manera. A que una marca decida lo que ves, lo que sientes, lo que crees que eliges. Te has acostumbrado a que la sorpresa sea un error, y la repetición, una virtud.

Pero… ¿qué pasaría si un día todo cambiara? Google se aburre. Vende YouTube. Y quien lo compra… es OpenAI.

El algoritmo dejaría de predecir. Empezaría a comprender.

Ya no habría miniaturas idénticas. No existirían los títulos diseñados para atrapar. Las métricas dejarían de contar clics y comenzarían a contar significado.

Y sí… se acabarían los videos de gatos por millones. También se acabarían los que prometen hacerte millonario con un clic, y todos esos pseudo-gurús que dicen entender YouTube cuando con suerte se entienden a sí mismos.

El ruido se apaga. El escenario se limpia. Lo que queda… es silencio, intención y verdad.

Los creadores vuelven a ser exploradores. Los algoritmos se vuelven curiosos. El arte ya no obedece a la predicción, sino al asombro.

YouTube dejaría de mostrar lo que querías ver y empezaría a mostrarte lo que necesitas sentir.

Si las máquinas aprenden a sentir, quizá nosotros recordemos cómo crear.

Y en ese hermoso universo tendríamos exposición. Porque no hicimos este canal para que lo comprendiera un algoritmo basado en los años 80, sino con inteligencia artificial basada en el 2025.

Y sí… YouTube sería realmente YouTube. Porque sería realmente personalizable. Cumpliría al fin su promesa original: conectar a personas diferentes, no a clones digitales.

No sería una matriz repetitiva que muele carne como en el video de Pink Floyd. Sería una red de curiosidad, arte y emoción. Y la gente… tal vez sería un poco más feliz.

Ah… y hasta este short tendría un hermoso póster personalizado, y no el que salió premiado de turno.

Y hasta los anunciantes tendrían mejores resultados. Porque no sería lo mismo hacer una campaña basada en algoritmos que solo predicen clics, que hacerlo con sistemas que comprenden intención, contexto y significado.

La primera vendería atención. La segunda conectaría con sentido.

Cariños a todos, y nos vemos en el próximo video.